Se le llama Guerrero espiritual, a quien pese a las adversidades, va superando a su ego, el ego, es ese YO, que se siente superior a otros, es ese que desea controlar y dice:
—¡ah, sí, este me las paga, esto no se queda así…! —y que todos poseemos. Y luego actuamos en consecuencia, para hacer notar al otro, que YO puedo más. Sí. ese es. Luego entonces, pienso que llegar a ser un Guerrero espiritual (idea muy de moda hoy, pero creo poco comprendida) es verdaderamente difícil. ¿Quién quiere sentir que agacha la cabeza o, que fue vencido por alguien que considera su adversario? en realidad, supongo que nadie.
Así, que quien logra comprender este significado, pues habrá dado un paso más hacia su propia evolución. Hacia el propio Satán, hacia su propio adversario…
Caminar hacia mi propio Satán… quién quita y lo logre: y o le doy un zape o me hago su amiga.
Arriesgado ¿no?