Hola a todos mis amigos, discúlpenme que haya estado un poco ausente, pero les cuento que he estado trabajando mucho en mejorar mi escritura y tratando de concretar proyectos. Dicho lo anterior, les comparto algo que seguro ustedes ya saben, y es que ahora que me apunté a un nuevo curso de creación literaria, me doy cuenta que uno se anima mucho cuando conoce gente con intereses comunes, sean los que sean. Me había desanimado un poco con tanto trabajo, y no sabía por donde empezar, ahora pues, con algunos ejercicios del taller, me he sentido increíble, porque me reafirmo en lo que me gusta y quiero hacer de manera profesional. He sentido por ello, la necesidad y la premura de continuar con los proyectos de escribir nuevos textos, ilustración de los cuentos que llevo en proceso, el armado de los escritos y los domis o maquetas; y por lo mismo agarro el trabajo con más énfasis. Bueno. Retomé también algunos ejercicios del libro «El camino del artista» de la gran Julia Cameron, en el que nos pide firmar un contrato para comprometernos con el trabajo y no decaer; a continuar en lo que uno ama. Luego pasó que en el taller, se nos propuso hacer una carta compromiso en ese mismo sentido. Yo junté las dos ideas y el resultado fue le siguiente:
Esto puede parecer infantil y ñoño, pero quienes vivimos una carrera y un proceso creativo, a veces nos sentimos en el hoyo, pero miren, ahí sigue uno de necio, haciendo cosas que sin querer, despiertan esas ganas de continuar, dan nuevas ideas, y logran que uno se enfoque en lo que hay que hacer, además de no sentirse desalentado por las propias piedras que los artistas encontramos al paso. También estoy trabajando en un cronograma, que les mostraré pronto, y es con el mismo fin, de organizar todo.
Mientras hacía los compromisos, usé el collage, y al final resultó este autorretrato que me gustó y me hizo sentir como si yo perteneciera a esta época 😀 e imaginarme a mí, posando para un daguerrotipo. Creo que la imagen la retrabajaré y usaré más adelante como futura portada o ilustración de mis relatos oscuros, de los que ya les he compartido un par.

Para el caso, amigos, también me encontré que en el metro que va hacia Universidad, venden cuadernos para colorear Mandalas, así que compré unos y me puse a pintarlos con el fin de enfocarme más y con paciencia a todo el trabajo que tengo por delante.
Sin más mis queridos amigos, los dejo. Nos vemos pronto y prometo ya estar al día con los blogs comentando arte, literatura y todo lo demás. Besos ¡MUACK!