Hola estimados tod@s ¿qué tal su día? Pues les platico que con esta frase comienza el Capítulo Dos del libro de hoy llamado Ikigai esencial

Este libro llegó a mis manos hace un par de años, lo leí y lo guardé por ahí; pero la semana pasada tuve un reencuentro con él, y el nuevo diálogo que me brindó, me pareció más interesante que en su primera lectura, por los conceptos orientales de vida que hemos adoptado, en muchos ámbitos de nuestra sociedad occidental.
El libro es de Editorial Vergara, y su autor es Ken Mogi quien es experto en neurociencias. Como escritor ha obtenido los premios Hideo Cobayashi en 2005 con su libro, «Cerebro e imaginación» y el Takeo Kubawara, con el título «De aquí a todas partes».
Como ya podrán intuir, trata de una filosofía de vida que en Japón se conoce como IKIGAI, basada en cinco pilares que son los siguientes:
- Empezar lo que se emprenda con humildad (Quitarnos los delirios de grandeza)
- Renunciar al ego (renunciar a las proyecciones externas, interiorizar para poder ver nuestro «Ser» real y encontrar lo que de verdad vale la pena en nuestras vidas)
- Vivir con armonía y sustentabilidad (El ikigai de cada uno, es encontrar lo que amamos hacer y hacemos muy bien por naturaleza, lo que necesita el mundo y lo que dejaremos en el mundo; este Ikigai debe mantener nuestra salud, darnos para vivir y nos permite además dormir tranquilos; el resultado final, tendrá que ser sustentable para la tierra y nosotros)
- Encontrar placer en los detalles (no condicionar nuestra felicidad a metas, sino disfrutar de las pequeñas experiencias que nos ofrece el día a día y de los pequeños triunfos o alegrías del mismo, como gozar de un beso, del maullido de un gato, de acariciar a una mascota, de sentir el viento, de tomar un café caliente por la mañana, de mirar el viaje de la niebla o de las nubes., etc.)
- Ser consciente del aquí y el ahora (Disfrutar del viaje, no de la llegada a la meta futura, ni vivir en el pasado )
Alguna vez, comentando con mis compañeras del diplomado de Logoterapia y Tanatología, hace algunos ayeres, tocamos varios puntos de los mencionados sin saber del Ikigai. Uno de los puntos más sonados en la psicoterapia, es el de encontrar placer en los detalles y el otro es sin duda el de enfocarse en el presente. Hoy los cinco me parecen relevantes, tanto por lo ecológico, como por vivir de manera sustentable y armoniosa con la Madre Tierra; pienso que ello nos llevaría a ser más humildes y considerar a los animales, a la flora y a la fauna silvestre y de ciudad, reconocer su grandeza y agradecer; pues estamos vivos gracias a todos los seres que nos alimentan, entre otras cosas.
Hablar del ego es imprescindible, hoy día, cualquier especialista de casi cualquier psicoterapia, filosofía o ciencia humana; busca la eliminación del ego; lo que nos lleva a los cuatro puntos anteriores; ser empáticos, vivir en armonía con el entorno, ser humildes y estar ubicados en el presente.
Ikigai, es en pocas palabras, «nuestra razón de ser en el mundo, nuestra razón de vivir» pues ésta es la que nos motiva a ser y a hacer; la razón para levantarnos cada mañana e ir al trabajo, a la escuela o estar con la familia, los hijos, amar una mascota, terminar una carrera, etc., y ser felices a través de las experiencias que buscamos lograr o conservar.

Ikigai es conocernos a nosotros mismos; este conocimiento es también la base del Budismo y del Cristianismo, no cabe duda, así como de algunos ideales humanistas como he dicho.
El Ikigai me gustó más hoy por los valores que pareciera estamos perdiendo en el mundo; en algunas sociedades y en ciertos casos vale más un auto que una vida, una herencia familiar antes que la misma familia, un reloj antes que una mascota, crear una guerra por asuntos de agenda o económicos, antes que pensar en los seres que lo habitan (hombres, flora y fauna) de un país. Creo que en algún momento y por la propia subsistencia del ser humano, tendremos que encontrar un Ikigai global.
Yo estoy en ello.

Mis respuestas son: «el ser antes que el tener», mis valores sentimentales son sin duda mis libros y lo que disfruto, es lo que me brinda cada experiencia del día a día: un ave trinando, una flor, un paseo por la ciudad, una charla, la lluvia, visitar un museo, jugar con mis bestias, acurrucarme con mi esposo a ver una serie, pintar un mandala, mi deliciosa comida vegetariana, escuchar a Barry Manilow 😀 con mi amigo Luis y a Park Yong Ha en mi ipod viejito; el arte que hago escribiendo, pintando, dibujando; crear en la imagen fotográfica mi propio estilo y admirarme de la belleza de ver cómo crece un árbol, un niño, o un ser humano. ¡Todos tenemos oportunidad!
Espero que les haya parecido interesante la recomendación de hoy. Por mi parte, me late seguir los pilares del Ikigai, pues siento que mejoran mi vida personal, mi vida en el mundo y deseo que también pueda cambiar la vida del mundo para mejorarlo, además de mi entorno.
Cuéntenme, ¿ustedes implemetarían algunos de los puntos?
Como última reflexión les dejo esta idea de los japoneses que viene en el capítulo octavo del libro y que me gustó mucho; para ellos, la cualidad de lo sensual, equivale a un dios; tienden a creer en los profundos colores de la naturaleza y de los objeto así como en la historia de Dios creando la vida y al universo entero… I love this!
Pues amigos, sin más, los dejo con esta imagen; nos vemos la próxima. Abrazo fuerte 😀