Shakespeare es el escritor por antonomasia, y los que conocemos algo de su extensa obra, podemos descubrir que, de manera singular, insólita y sincera, el autor plantea el comportamiento del hombre ante las situaciones más críticas de la vida como lo son el poder, la corrupción, los celos, el amor, la traición… el asesinato.
Durante estos avatares, surgen los espectros en dos de sus obras más famosas: una Macbeth y la otra Hamlet.
En Macbeth, esos seres «sobrenaturales» fueron de gran importancia para el logro perfecto de la «Tragedia». Estos personajes llevan a la locura a sus asesinos; quienes no dejan de ver la sangre de sus víctimas; la que derramaron por sus caprichos y sueños de poder y ambición desmedida. Los espectros, de alguna manera, van construyendo el camino que tomará la obra. Ellos, darán las atmósferas precisas que requiere la catástrofe que está por venir; el infortunio disfrazado de bienaventuranzas echado al viento por las brujas, que sin ser invocadas aparecen para sellar el destino de los protagonistas; las hermanas fatídicas posteriormente, convocan ahora sí, a petición de Macbeth, a otros poderes superiores para darle el oráculo que exige. Luego, las visiones sobre Bancuo, por parte de Macbeth; su espíritu que lo tortura, apareciendo ante su mesa después de ser asesinado a traición. Incluso la sangre que chorrea de las manos de los asesinos y la voz que atormenta al protagonista diciéndole que «ha matado al sueño», fungen como sombras espectrales en las mentes y realidades que dan paso al desenlace fatal de la obra.
¿Quién sería Macbeth sin sus fantasmas, sus visiones y su locura?
En Hamlet, el Rey de Dinamarca muere asesinado por su propio hermano, para casarse con su esposa; entonces, comienza a aparecer el espectro del difunto ante los centinelas del castillo; uno de ellos es el mejor amigo del príncipe; es Horacio, quien le dice a su Señor de las apariciones del fantasma de su padre; Hamlet decide confirmar los acontecimientos y es cuando ve al espíritu de su progenitor que le pide vengar su muerte…
Hamlet no está loco, no son simples visiones lo que ve; sin embargo, decide actuar como tal para hacer lo que el espectro le pide. La obra, termina en una tragedia peor que el asesinato del Rey. La voz y la presencia del espectro, llevan a la Tragedia a su magnificencia.
Sin duda, que si queremos gozar de una excelente lectura donde las almas en pena sean las que de alguna forma llevan la batuta, no debemos dejar de leer las obras en cuestión, o disfrutar de alguna de las adaptaciones cinematográficas sobre ellas.
Aquí les dejo de youtube, dos adaptaciones de ESTUDIO 1 TV ESPAÑOLA, que me parecen muy buenas en cuanto a que tienen, a mi gusto, esa atmósfera fatal y de penumbras que se siente al leer a Shakespeare. También hay varias producciones inglesas como las de la BBC, que son muy recomendables.